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Fundamentos Bautistas

Versículo clave: 2 Corintios 9:7 "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre."

Verdad bíblica: Dar es parte de nuestra adoración y reconoce que todo lo que tenemos proviene de Dios y que todo lo que le damos a Él es una porción de lo que primero Él nos dio. Reconoce que la obra y misión de Dios en este mundo son dignas de nuestras ofrendas, y ante todo, que Dios es digno de recibir las ofrendas de las cosas valiosas para nosotros.

Aunque Dios no necesita dinero, Su obra en este mundo es sustentada por Sus hijos. Sea que eso signifique que demos tiempo, cosas o dinero, Su obra es sustentada por Sus hijos. Dios es dueño de toda la tierra y toda la plata y el oro le pertenecen. (Hageo 2:8). Somos criaturas llenas de deseos y egoísmo, y es así que dar es una parte de nuestro crecimiento espiritual. Tenemos que dar generosa y alegremente al Señor.

Dios es el dueño de todas las cosas

El propósito de esta lección es ayudar al cristiano a ver las bendiciones por dar, pero también a asumir su responsabilidad de dar a la obra del Señor. Dios ha diseñado el ministerio de tal forma que las ofrendas de la gente puedan sustentar la iglesia local y también la obra en las misiones extranjeras. Requiere de confianza en Dios y fidelidad de nuestra parte. (1 Corintios 4:2)

  1. Dios es el creador y dueño de todas las cosas. (1 Corintios 10:26)

    a. No somos dueños de nada. (Hageo 2:8)

    b. Venimos al mundo sin nada y así es como nos vamos. (1 Timoteo 6:7)

    c. Todas las cosas fueron creadas por Él y para Él. (Colosenses 1:16)

  2. Dios nos da la capacidad de hacer las riquezas. (Deuteronomio 8:18)

    a. Lo hace para que pueda establecer Su obra y Su iglesia en este mundo.

    b. Dios nos advierte que tendemos a olvidarlo después que nos da riquezas. (Deuteronomio 8:12-14)

    c. Algunas veces pasamos por momentos de pérdida o reveses en nuestra economía para recordar quién nos dio el poder de hacer las riquezas. (Salmos 66:10-14)

  3. Todo lo que le damos a Dios es sólo una parte de lo que ya nos ha dado.

    a. Toda buena dádiva y don perfecto viene del Señor. (Santiago 1:17)

    b. Él ya es el dueño de las cosas que le damos. (1 Crónicas 29:14)

    c. Cuando le damos a Dios Él nos lo devuelve de muchas formas. (Lucas 6:38)

  4. Con o sin dinero Dios ha prometido cuidarnos. (Mateo 6:6-34). Dar se trata de confiar en Dios. En estos versículos;

    a. Nos compara con las aves, y nosotros somos mucho más importantes.

    b. Nos dice que confiemos en Él a diario para tener provisión.

    c. Nos dice que sabe lo que necesitamos antes que lo pidamos.

    d. Dice que tenemos que hacer tesoros en el cielo, no en la tierra.

    e. Dice que los corazones están relacionados con nuestros tesoros.

    f. Se nos advierte sobre tratar de servir a dos amos (el dinero y Dios).

    g. Tres veces se nos dice que no nos afanemos.

    i. Afanarse por el dinero puede convertirlo en un dios.

    ii. Afanarse por qué comeremos, beberemos o vestiremos puede hacernos llorones y que olvidemos que Dios ha provisto todo lo que necesitamos.

    iii. Afanarse mucho en los problemas que enfrentamos nos quitará el gozo.

    h. Dios quiere que lo busquemos primero a Él y que dejemos que agregue las necesidades básicas que necesitamos.

  5. Dar involucra aprender sobre el contentamiento. (1 Timoteo 6:6-19). En este capítulo se nos enseña que el contentamiento nos dará paz, mientras que vivir una vida codiciosa nos ahogará.

    a. La piedad con contentamiento es gran ganancia.

    b. Nada traemos a este mundo y tampoco nada sacaremos de él.

    c. La medida del contentamiento es el alimento y el vestido, no una casa.

    d. Aquellos que desean ser ricos encontrarán que la búsqueda de las riquezas trae una vida dolorosa sin paz.

    e. El amor al dinero y hacerlo el señor de su vida es la raíz de todas las cosas que son malas. Esto hace que el hombre busque las riquezas a cualquier costo. El costo siempre es mucho más grande y más doloroso del que se espera.

    f. Se nos permite disfrutar las cosas que se nos ha dado sin sentir culpa, pero deberíamos ser generosos con ellas.

  • ¿Cómo es que cambia mi economía si reconozco que Dios es el dueño de todo?

El Proceso de Dar en la Biblia

  1. El dar comienza con el diezmo. El diezmo no es una ley bajo la cual estamos ni es un requisito para que Dios nos acepte. Es un sistema que Dios nos dio para ayudarnos en el aprendizaje de dar regular y sistemáticamente, reconociendo que Dios ha puesto cosas en nuestras vidas.

    a. El diezmo es fácil de entender. Simplemente es el diez por ciento de sus ingresos o los bienes que entran dentro de sus posesiones. (Génesis 28:22, Nehemías 13:12)

    b. El diezmo es regular y sistemático. Usualmente recibimos nuestros ingresos semanalmente, algunas veces a diario y es en ese instante que deberíamos reconocer que fue Dios quien nos lo dio y que deberíamos regresarlo a Sus manos en agradecimiento. (1 Corintios 16:1-2)

    c. El diezmo fue instituido voluntariamente, antes de la ley del Antiguo Testamento, por hombres como Abraham y Jacob porque reconocieron la obra de Dios en sus vidas. (Génesis 28:22, Génesis 14:14-20)

    d. El diezmo fue dado bajo la ley como el método que Dios usó para apoyar Su sacerdocio y Su casa de adoración y expiación. (Números 18:21-24)

    e. El sacerdocio también tenía que dar diezmos de lo que recibían (los diezmos de la gente). (Números 18:26-27)

    f. Los profetas predicaban del diezmo para que el pueblo vea la bondad de Dios. (Malaquías 3:10)

    g. En el Nuevo Testamento se habla principalmente en referencia al cuidado de la obra de Dios, pero no es tan sobresaliente como cuando dieron radicalmente en el libro de Hechos a causa de su emoción por lo que Dios estaba haciendo.

    i. Compartieron todos sus bienes. (Hechos 4:32)

    ii. Vendían heredades y traían el precio. (Hechos 4:34-37)

  2. El dar va más allá del diezmo hasta dar sacrificialmente. (2 Corintios 8-9)

    a. El diezmo es un buen comienzo y actúa como ayuda para que reconozcamos la bondad de Dios en nuestras vidas. (1 Corintios 16:1-2)

    b. Cuando crecemos espiritualmente nos movemos más allá del diezmo y comenzamos a dar sacrificialmente. Dar sacrificialmente significa que sacrificamos las comodidades y las posesiones en esta vida a fin de dar más a Dios. (2 Corintios 8:1-5). Ellos primero se dieron a sí mismos.

    c. Como la viuda que dio todo su sustento. (Lucas 21:1-4)

    d. Cristianos dieron ofrendas para ayudar a otra iglesia mientras estaban padeciendo gran pobreza. (2 Corintios 8:2)

    e. Otros tenían gozo al dar sus bienes al ministerio. (Hechos 2:45)

    f. Algunos abandonaron sus negocios para seguir a Jesús. (Mateo 4:20)

    g. Otros vendieron sus heredades y casas y lo ponían todo en la obra. (Hechos 4:34-37)

    h. El diezmo es un gran punto de empiezo, pero cuando crezcamos espiritualmente pasaremos a dar sacrificialmente.

  3. El dar también incluye en dar dádivas especiales hechas a Dios para promover Su obra en otros países. Esto es para alcanzar las partes remotas del mundo donde el Evangelio no está disponible o fácilmente disponible. Este tipo de dar lo llamamos promesa de fe. (Esdras 1:6)

    a. El término promesa de fe no se encuentra en la Biblia pero personifica la promesa que le hacemos a Dios sobre dar a misiones.

    b. Prometemos que confiaremos que Dios nos proveerá para nuestras necesidades mientras que damos, aparte de los diezmos y las ofrendas, una cantidad específica para la predicación del Evangelio y la plantación de iglesias alrededor del mundo. (Mateo 6 -- todo el capítulo)

    c. Comúnmente hay una conferencia de misiones que se lleva a cabo anualmente en la iglesia en la cual los misioneros presentan su obra y los servicios se enfocan en las misiones.

    d. Al final de la conferencia, aquellos que quieren involucrarse apoyando la obra misionera de la iglesia hacen una promesa en una tarjeta y luego la entregan. La iglesia suma las cantidades prometidas para tener una idea de cuánto tendrán ese año para apoyar a las misiones. La gente luego da según su promesa, confiando que Dios bendecirá Su obra y cuidará de ellos.

    e. La promesa de fe no es una doctrina bíblica, pero la gran comisión sí lo es. (Mateo 28:19-20, Hechos 1:8). Podemos ir o podemos enviar, pero todos somos responsables.

  • ¿Puede hacer una lista de las formas en las que Dios le ha bendecido y cuidado?

  • ¿Qué impacto ha tenido en usted y en su vida el hecho que otros den?

  • Si se involucró en dar regularmente en el pasado, ¿qué cosa o cosas hicieron que deje de dar?

  • ¿Cuáles son las barreras más grandes que tiene en su vida para dar fiel y regularmente?

Tiempo de estudio personal y aplicación:

Comenzar o volver a dar a Dios y Su obra no es difícil. Necesita reunirse con Dios en oración y leer Su plan de dar y la forma en que nos cuida y bendice mientras confiamos en Él.

  • Haga una lista de los ingresos que Dios le ha dado (Deuteronomio 8:18) y vea cuánto es el 10% - Este es el punto de inicio.

Recuerde que éste no es un pago a Dios para que usted le guste o sea aceptado. Es un reconocimiento que todas las cosas provienen de Dios y que le estamos devolviendo una pequeña porción de lo que nos dio.

  • Luego considere cuán bendecidos somos por Dios de muchas formas que menospreciamos. Nuestra salud, nuestra familia, las oportunidades y mayormente nuestra salvación. ¿Cuánto valdrían estas cosas si pudiésemos comprarlas? Esa es la base para la ofrenda que daré aparte de mi diezmo.

  • Finalmente, considere cuán maravilloso es ser salvo y saber que los pecados de uno han sido perdonados. Tengo un hogar en el cielo al cual iré cuando muera y estaré con Jesús por toda la eternidad. Pero no todas las personas son salvas y la mayor parte del mundo ni siquiera ha escuchado el mensaje de salvación. ¿Cuán importante es que me sacrifique para que el Evangelio pueda llegar al mundo? Esta es mi ofrenda para las misiones (promesa de fe).

Comience con el diezmo y aprenda a confiar más en Dios cada día hasta que comience a añadir una ofrenda y luego la promesa de fe. Evite comenzar con una cantidad menor al 10% porque el plan de Dios es que crezca su confianza y la fidelidad mediante el diezmo. Use el diezmo como un punto de inicio y aprenda a confiar en Él.

  • Enumere algunas cosas que Dios ha hecho en su vida desde que comenzó a diezmar.