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Introducción: Puntos a saber sobre el discipulado
Todos los cristianos son llamados por Dios para hacer no sólo discípulos, sino también hacedores de discípulos. Este tipo de relación requiere de atención especial. La meta no es terminar la lección dentro de un programa establecido, sino llegar a ser un discípulo en el sentido más verdadero de la palabra. Eso significa que la persona que discipula también debería llegar a ser un hacedor de discípulos. Jesús definió al discípulo como alguien que continúa en Su Palabra. (Juan 8:31). La Biblia define a los hacedores de discípulos como aquellos que llevan las cosas que se les ha enseñado y las encargan a otros hombres fieles que continuarán en ellas y las enseñarán a otros que harán lo mismo. (2 Timoteo 2:1-6)
¿Qué es lo que ya ha aprendido en su vida cristiana que puede transmitir a otros?
La transmisión de las verdades bíblicas o la enseñanza de éstas a otros sólo es efectiva si se ha convertido en una persona que practica las verdades que ha aprendido. En otras palabras, el discipulado no es una lista de cosas que hace, sino es la persona en la que se convierte. Jesús nos dijo que deberíamos dejar que la luz de Cristo alumbre en nosotros para que le lleve gloria a Dios y atraiga a los hombres a Él. (Mateo 5:16). Cuando la gente nos escuche hablar de Jesús deberían querer seguirlo (Juan 1:37) y admirarlo (2 Tesalonicenses 1:10).
Lea 2 Timoteo 2:1-6 y nótese los niveles a través de los cuales una verdad (las mismas cosas que has oído) se transmite. Las cosas que hemos oído de nuestros maestros son las cosas que tenemos que encargar fielmente a otros hombres fieles que busquen y encuentren otros hombres fieles para enseñarles. Debemos soportar las dificultades que se presentan cuando se invierte en la vida de otra persona. El soldado, el atleta y el agricultor soportan dificultades al perseguir los frutos de su labor. Los frutos del discipulado son gente que les enseña a otros sobre Jesús. (Mateo 28:19-20)
La salvación es gratuita, pero el discipular (2 Corintios 12:15) y ser discípulo tiene un precio. (Lucas 14:26, 33)
¿Qué barreras existen en mi vida que evitan que llegue a ser un discípulo y hacedor de discípulos?
Para enseñar las mismas cosas que escuché tengo que llegar a ser competente en ellas. El libro es una guía, y debería apoyar la lección, pero no necesariamente ser la lección. El tiempo de enseñanza debería ser una efusión de la obra del Espíritu Santo y la Palabra de verdad obrando en su propio corazón. (Juan 7:38, Romanos 5:5)
La preparación de la enseñanza es importante. Formas de prepararse para la enseñanza o ser enseñado.
Ninguna persona debería reunirse sin primero haber orado y pedido al Señor sabiduría, guía y entendimiento. (Santiago 1:5, Salmos 119:18)
Leer la lección y la Biblia antes de la reunión permitirán que el Espíritu Santo enfoque su mente en el tema. (Juan 16:13)
La lectura de la Biblia realizada a diario y de forma sistemática permitirán que Dios le hable en otras Escrituras acerca de lo que está aprendiendo y enseñando. Necesita todas las Escrituras para que le ayuden a entender y explicar la verdad.
Se estudia para dominar el tema. El estudio requiere de un canal de distribución de lo que se estudia o el interés decrecerá. Enseñarle a alguien personalmente es el mejor canal de distribución.
Tenga interés en la vida de la otra persona y entienda sus problemas y las cosas con las que lidia.
Por encima de todo, para discipular debe llegar a ser más como Cristo día tras día. Necesitamos a la Biblia para que nos cambie continuamente. Debo ser el modelo de la persona que quiero que mi discípulo se convierta. (Juan 13:17)
El desarrollo de hábitos espirituales requiere tiempo, y por consiguiente requiere paciencia.
Hay cosas que tienen que ser desaprendidas y luego se tienen que aprender nuevas cosas. (Isaías 1:16-17). Deje de hacer lo malo, aprenda a hacer lo bueno.
Este nivel de Fundamentos le enseñará cómo encontrar la persona que comenzará a discipular. Además, seguirá ayudándole a desarrollar su vida cristiana para que sea un hacedor de discípulos efectivo. El método de Jesús fue entrenar hombres y enseñarles acerca de Sí mismo pasando mucho tiempo con ellos y en la Palabra. (Marcos 3:14)
Lea Juan 12:24-26 Nótese que el grano de trigo no vive a menos que primero caiga en el terreno y muera. Posteriormente no sólo vive sino que produce fruto. Esta es la representación de una persona que ama (se aferra y trata de controlar) su vida, en comparación a una persona que le entrega su vida a Cristo para ser Su siervo. El versículo 26 dice que si una persona quiere servir a Cristo, debe seguirle y estar con Él. Este nivel de Fundamentos se trata de ser como Jesús.
¿Qué impide que le dé mi vida a Cristo para que la use como lo vea conveniente?
Aplicación #1
Desarrollar hábitos de lectura, estudio y oración son esenciales para llegar a ser un discípulo de Cristo y hacedor de discípulos. Use las herramientas de crecimiento personal de esta sección o desarrolle su propio sistema de rendición de cuentas que le ayude a desarrollar buenos hábitos espirituales. (Es importante que los realice semanalmente y que comparta sus pensamientos y preguntas del devocional con su maestro.)