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Fundamentos Bautistas

Versículo clave: Mateo 21:22 "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis."

Verdad bíblica: La oración es hablar con Dios. Es adoración y es pedir. Es la presentación de nuestros deseos y cargas ante el trono de gracia con la confianza que obtendremos ayuda. (Hebreos 4:15-16). La ayuda obtenida es misericordia y gracia y las recibimos a causa de lo que Jesús hizo por nosotros.

Los tres principales componentes de la oración son pedir, esperar y recibir. La Biblia nos dice que si pedimos recibiremos. Sin embargo, no hay versículos que nos digan cuánto tiempo durará la espera. La parte difícil de la oración es la paciencia durante el período de espera. El tiempo entre la petición y la recepción a menudo es el tiempo que Dios usa para ayudarnos a ver que realmente no queremos lo que pedimos, y que Él nos va a satisfacer más con lo que sabe es mejor para nosotros. En otras palabras, el período de espera entre el tiempo que pide y espera es muy provechoso.

La Petición:

Jesús le dijo a Sus discípulos que pidan (Juan 16:24) y Santiago dice que no tenemos porque no pedimos. (Santiago 4:2). Pedir demuestra dependencia y eso le agrada a Dios. Nos llama Sus hijitos y como hijos necesitamos cosas de nuestro Padre. Como nuestro Padre, no nos respondería de una forma cruel o nos engañaría, sino que le encanta dar buenas cosas a Sus hijos. (Mateo 7:7-11)

  1. Cosas que deberíamos pedir: La Biblia nos dice que hay cosas por las cuales deberíamos orar, y también hay formas en las que deberíamos orar.

    a. Tenemos que orar continuamente. (Sin cesar, 1 Tesalonicenses 5:17)

    b. Debemos poner nuestras preocupaciones en Él. (1 Pedro 5:7). Esto significa que tenemos que pedirle respuestas y luego dejarle la respuesta y el resultado a Él.

    c. Tenemos que orar por otros. (1 Samuel 12:23, 1 Tesalonicenses 5:25)

    d. Tenemos que orar por sabiduría. (Santiago 1:5)

    e. Deberíamos orar por aquellos que son autoridades. (1 Timoteo 2:1-3)

    f. Deberíamos orar por denuedo. (Hechos 4:23-32)

    g. Para que se satisfagan nuestras necesidades. (Filipenses 4:6)

  2. ¿Cómo deberíamos pedir?

    a. Pida como hijo. El hijo le pide lo que desea al Padre. Ese es uno de los privilegios de la filiación. (Lucas 15:11-12, Juan 15:7)

    i. La oración es presentada como una relación padre/hijo. (Mateo 7:7-11) No hay forma de que un padre terrenal pudiese ejemplificar de mejor manera esta relación que Él.

    ii. Los hijos tienen privilegios. (Gálatas 4:6-7). Mediante el nuevo nacimiento y mediante la adopción de hijos hemos sido hechos hijos y puestos dentro de todos los privilegios de la vida cristiana. Uno de los privilegios más grandes es la oración.

    b. Pida en base a la necesidad: El Señor sabe lo que necesitamos antes de que oremos por ello. (Mateo 6:8). Él desea que oremos o no nos habría dicho que pidamos.

    i. Cuando le presentamos nuestras necesidades se ve que el necesitado le ora al que tiene todo y no necesita nada. (Salmos 50:12)

    c. Pida en base a la amistad. El Señor nos llama amigos. (Juan 15:13-16). Él nos dice que le pidamos cosas al Padre en base a nuestra amistad con Él (Jesús) y a causa de esa amistad, el Padre responderá nuestras oraciones.

    d. Pida creyendo que responderá. (Mateo 21:22)

    i. Si le pedimos sabemos que nos oye. (1 Juan 5:14-15). Podemos tener la confianza que nos responderá.

    e. Pida con atrevimiento o confianza de que obtendrá misericordia y gracia. (Hebreos 4:16)

    i. Nótese que es un trono de gracia y no un trono de crítica o juicio. No es un trono donde seremos rechazados por no orar con las palabras correctas, sino es el trono de nuestro Padre celestial que se deleita en nosotros a causa de Jesús.

    f. Pida en base a la promesa. Hay muchas hermosas y grandes promesas en la Biblia hechas por el Padre celestial para nosotros.

    i. Donde dos o tres estén de acuerdo. (Mateo 18:19)

    ii. Él es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6)

    iii. Los que piden reciben. (Lucas 11:10)

    iv. Las cosas que no conocemos nos serán reveladas. (Jeremías 33:3)

  • ¿Qué cosas le gustaría pedir a Dios o agradecerle?

La Espera:

Los tiempos de espera son difíciles. Parece que Dios no escuchó y que la respuesta no vendrá. Parece como si Dios se hubiese olvidado a usted y su oración y que a Él no le importa. Nada puede estar más alejado de la verdad. El tiempo de espera es un tiempo importante para confiar en Dios y acercarnos más a Él. También es un tiempo de examen para ver si hay estorbos para la oración en su vida. No hay fórmulas en la Biblia que muestren cuánto tiempo tiene que esperar para obtener la respuesta a su oración, simplemente sepa que es Dios quien obra en usted de la forma en que a Él le agrada. (Hebreos 13:21)

  1. Estorbos de la oración: Puede ser que una de estas cosas está haciendo que la respuesta a su oración demore.

    a. No pedir con fe. (Santiago 1:5-7)

    b. Pedir lo equivocado. (Santiago 4:3)

    c. No teniendo una buena relación con su cónyuge. (1 Pedro 3:7)

    d. Pecado no confesado en nuestras vidas. (Salmos 66:18)

    i. Amargura o falta de perdón. (Hebreos 12:15, Marcos 11:25-26)

    ii. Desobediencia intencionada.

    e. No pedir en el nombre o autoridad de Jesús.

    i. No es una palabra o fórmula mágica sino es saber lo que Él le autoriza a orar. (Juan 14:13-14). Su nombre y autoridad son la base para nuestra relación con Dios. Debe ser según Su voluntad. (1 Juan 5:14-15)

    f. No deleitarse en Él y lo que Él quiere, y no permitir que eso controle los deseos de su corazón. (Salmos 37:4)

  2. La espera es un buen tiempo para examinarnos y ver si hay cosas en nuestras vidas con las que Dios quiere que tratemos antes de poder recibir la respuesta a nuestra oración. También es un tiempo para aprender a confiar en Dios.

    a. Dios es verdad y no miente. (Números 23:19)

    b. El adversario le atacará y hará que piense que Dios le ha olvidado. Recuerde que él (el diablo) miente y no dice la verdad. No le crea. Ponga sus preocupaciones en el Señor y permita que controle los resultados. (1 Pedro 5:7-10)

  • ¿Qué cosas le ha enseñado Dios en el pasado mientras esperaba una respuesta a su oración?

La Respuesta:

Las respuestas vendrán en el tiempo del Señor y no hay nada que podamos hacer mientras tanto, excepto confiar en Él. Las únicas respuestas inmediatas prometidas en la Biblia ocurren en Hebreos 4:16 donde promete misericordia y gracia cuando nos acercamos al trono. Misericordia es que nos permite venir al trono y ser bienvenidos cuando deberíamos ser juzgados. Gracia es el favor que recibimos de Dios y lo que nos ayuda a esperar la respuesta. Pablo le pidió a Dios que le quite el aguijón de su carne pero fue satisfecho con la gracia de Dios para soportar el aguijón. (2 Corintios 12:8-9)

  1. La respuesta vendrá. Puede llegar cuando llegue al cielo, como la sanidad de un familiar muy enfermo, o el alivio de las condiciones de vida difíciles, pero vendrá. (Números 23:19)

    a. No nos dejará ni abandonará. (Hebreos 13:5)

    b. Sabe lo que necesitamos incluso antes de que pidamos. (Mateo 6:8)

    c. Dice que va a responder. (Jeremías 33:3)

    d. Está por nosotros. (Romanos 8:31)

    e. Nos dio a Jesús que fue Su regalo más grande. Todas las otras cosas son de menor valor y Él no las retendrá de nosotros. (Romanos 8:32)

  2. Deberíamos tener gratitud por todo lo que Dios nos da a diario y que pasamos por alto. Deberíamos adorarle todos los días por Sus bendiciones.

    a. Sea que las cosas sean buenas o malas. (Filipenses 4:11-13)

    b. Debemos dar gracias en todo. (1 Tesalonicenses 5:18)

  • ¿Qué cosas provee Dios a diario pero que a menudo pasan inadvertidas?

¿Qué oraciones especiales Dios le respondió en el pasado? ¿Le dio alabanza públicamente?

Tiempo de estudio personal:

Revise la oración modelo de Mateo 6:9-13. Divida la oración en partes y reflexione en lo que cada sección indica sobre Dios, nuestra relación con Él y cómo deberíamos orar. Use los espacios que se presentan a continuación para tomar notas.

Padre nuestro (¿Qué dice esto con respecto a nuestra relación con Él?)

Que estás en los cielos (¿Nuestra posición relativa con la Suya?)

Santificado sea tu nombre (¿qué dice esto acerca de quién es?)

Venga tu reino (¿qué indica esto acerca del propósito de quién debería estar en enfoque?)

Hágase tu voluntad (¿la voluntad de quién deberíamos querer para nuestras vidas?)

Como en el cielo, así también en la tierra (¿quién tiene que hacer Su voluntad en la tierra?)

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. (¿qué dice esto sobre nuestras carencias?)

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. (¿podríamos evitar un estorbo para la oración si realmente pretendemos esto?)

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; (¿qué dice esto sobre nuestra dirección y Su protección?)

Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. (Parece que todo se trata de Dios y no de nosotros. ¿Pondría eso una gran actitud hacia la oración?)