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Versículo clave: Hechos 4:12 "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos."
Verdad bíblica: Dios es santo y creó a la humanidad y a este mundo perfecto y sin pecado. La desobediencia del hombre, o el pecado, hizo que pierda su perfección y cayó bajo la maldición de pecado y la muerte. Desde el pecado original de Adán hasta ahora, todos los hombres nacen con esa maldición del pecado y tendrán que aceptar al Salvador o enfrentarán un castigo eterno. El único Salvador que pudo satisfacer a Dios es el que proveyó para nosotros, Su Hijo Jesucristo. Puesto que Jesucristo es Dios, Dios se ha provisto a Sí mismo para nosotros como el único Salvador aceptable.
El versículo clave (Hechos 4:12) lo dice muy claramente. No hay salvación en ningún otro (persona, cosa o creencia). La salvación está en el nombre de Jesucristo y todo lo que hizo por nosotros para salvarnos.
Para que alguien sea salvo primero debe reconocer que es pecador
La condición del hombre sin Cristo o sin la salvación de Cristo se describe claramente en la Biblia.
a. Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:10-13)
b. No hay nadie justo ni nadie que haga lo bueno y busque a Dios.
c. Todos se han extraviado del camino.
d. La persona que no conoce a Jesucristo ya está condenada. (Juan 3:18)
e. No hay alguien que no peque. (1 Reyes 8:46)
f. Todas las personas siguen su propio camino en lugar de seguir el camino de Dios. (Romanos 3:12, Isaías 53:6)
g. La Escritura (Biblia) dice que todos han pecado. (Gálatas 3:22)
El pecado es el quebrantamiento de la ley de Dios o la transgresión de la ley. (1 Juan 3:4)
a. El pecado incluye violar alguna de las reglas, mandatos o leyes. (Santiago 2:9-10)
b. El pecado lleva consigo el castigo de muerte. (Romans 5:12, 6:23)
c. Dios está airado a causa de nuestro pecado. (Mateo 3:7, Juan 3:36)
d. El pecado separa al hombre de Dios. (Isaías 59:2)
El hombre no es capaz de salvarse a sí mismo o de pagar por su propio pecado. (Tito 3:5)
a. No tiene nada para dar para redimirse a sí mismo y debe reconocer que sólo hay un Salvador. (Hechos 4:12)
b. Jesús pagó por los pecados de todos los hombres a través de Su muerte en la cruz. Como murió por todos, esto prueba que todos eran pecadores y necesitan Su sacrificio. (2 Corintios 5:14-15)
El siguiente paso es creer que Jesucristo es el Señor y que es el único Salvador
Dios amó de tal manera al mundo que dio a Su Hijo unigénito (que llegó a nacer corporalmente) para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. (Juan 3:15-16)
a. Dios envió a Su Hijo para que muera en nuestro lugar. (Romanos 8:32)
b. Jesús vino a buscar y salvar lo que estaba perdido. (Lucas 19:10)
c. Hay un solo camino a Dios y es a través de la persona de Jesucristo. (Juan 14:6, Hechos 4:12)
d. Dios nos amó aunque éramos pecadores. (Romanos 5:8). Pero nuestro pecado nos separó de Dios. Alguien tenía que llevar nuestros pecados. Jesús llevó nuestro pecado para que no tengamos que llevarlo nosotros. (Isaías 53:5-6)
e. Él llegó a ser la propiciación o el pago pleno y aceptable por nuestros pecados. (1 Juan 2:2)
Dios nos amó pero no podía amar nuestro pecado. Éramos enemigos de Dios a causa de nuestro pecado. Alguien tenía que reconciliarnos. No nos pusimos de acuerdo con Dios para llegar a un punto medio porque Dios no transige. Jesús es el mediador que nos reconcilia con Dios.
a. La reconciliación ocurre a través de la muerte de Jesucristo por nosotros. (Romanos 5:10)
b. La reconciliación sólo es posible a través de la salvación. Jesús no nos imputa (o atribuye) nuestras transgresiones y pecados, pero sí nos imputa (atribuye o transfiere) Su justicia para que podamos llegar a la presencia de Dios. (2 Corintios 5:18-21)
c. Jesús nos lleva a Dios a través de la reconciliación. No llegamos a un punto medio como cuando hay un arreglo. (1 Pedro 3:18)
d. Jesús es el mediador (y único mediador) entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5)
e. Jesús fue hombre y Dios (y es Dios) y así pudo mediar entre Dios y los hombres. (Hebreos 4:15)
Jesús, el Salvador, pagó el precio para redimir a toda la humanidad llevando el pecado del mundo y muriendo por nosotros, y por lo tanto nos redimió. (Romanos 3:24, Gálatas 3:13, Tito 2:14)
La salvación debe aceptarse por fe en la persona y obra terminada de Jesucristo
Se recibe la salvación por gracia a través de la fe. (Efesios 2:8-9)
a. Gracia es el favor que Dios nos muestra y que no merecemos. Fe es simplemente creer lo que Dios dice. (Efesios 2:5)
b. No es mediante nuestras obras sino la Suya. Accedemos a Su obra terminada mediante la fe en Él. (Tito 3:5). Una persona debe tener a Jesús para tener vida. (1 Juan 5:12)
c. Para el que cree su fe en Jesús es contada por justicia. (Romanos 4:5). Dios ya no toma en cuenta sus pecados porque han sido pagados en Jesús, y lo ve como justo. (Romanos 4:6-8)
La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado y nos hace justos. (1 Juan 1:7-9). Nos lavó del pecado con Su propia sangre. (Apocalipsis 1:5)
a. No se puede comprar la salvación con dinero, pero sí es recibida como un regalo gratuito. (1 Pedro 1:18-19)
b. Se nos acerca a Dios a causa de la sangre de Cristo. (Efesios 2:13)
Se debe realizar una confesión y se tiene que invocar el nombre de Jesús.
a. El primer paso para confesarse es reconocer el pecado y arrepentirse de éste. Arrepentimiento significa apartarse de su búsqueda. No significa que una persona tiene que confesar todos sus pecados o que primero tiene que convertirse en una buena persona. Es un cambio de mentalidad, con respecto al pecado, que llega a ver al pecado como Dios lo ve (malo y horrible) y también es decidir apartarse de éste para ir a Jesús. (2 Pedro 3:9, Salmos 119:59)
b. El hombre cree con el corazón. (Romanos 10:13)
c. La confesión se hace con la boca. (Romanos 10:9)
d. La salvación es la obra del Salvador. (Efesios 2:8-9)
La salvación ocurre cuando alguien entiende que es pecador, se arrepiente (decide o cambia de mentalidad) del pecado como una forma de vida y acepta a Jesucristo como su Salvador personal (personalmente necesario). Su obra de salvación es por única vez y permanente tal como se mostrará en las lecciones posteriores.
Tiempo de estudio personal:
Lectura: Filemón y la historia de Onésimo. La historia trata de un siervo desobediente y un protector amoroso llamado Pablo (que es un cuadro del Salvador) que conduce al esclavo fugitivo a la salvación en Jesús. Pablo también carga con la cuenta de Onésimo y le muestra un favor tremendo e inmerecido.
Pensamientos de la lectura de mi devocional:
¿Onésimo merecía el favor que le mostró Pablo?
¿Preguntas?